jueves, 16 de julio de 2009

Puerta de entrada

.
Mariposas ciegas
tocan con sus alas rotas
a mi puerta

Abro las ventanas para que entren
y tomen un café conmigo
que estoy sola
y hace viento

pero ellas se empecinan
en seguir con su diatriba táctil
a mi puerta

Llamo al perro
para que las corra a dentelladas
y no viene
parece ser que por ciertas caninas razones
él también prefiere la entrada por la puerta

El gato sí querría seguro
espantarlas con maullidos
y en caso de suicida terquedad
deshacerlas con sus uñas rojas

Pienso

Y a fin de cuentas no lo llamo
porque me molesta el polvo
de las mariposas muertas
que sella mi puerta

Entro y salgo por ventanas
chimena, tubos de ventilación
mangueras...

Pero ya nunca por la puerta

Las mariposas ciegas no lo entienden
y siguen tocando con sus alas rotas
a mi puerta.
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