lunes, 10 de agosto de 2009

El ángel torpe

.
Este poema abre la boca
y se le escapan palabras
que huelen dulce y nombran
con énfasis gusano, ajonjolí
y verano desganadamente.
.
Está pudriéndose


Ya estoy aquí frente al metal
y al gancho
tengo escalofríos
es tarea muy difícil aceptar el rumbo
que decide seguir la carne
(¿mi carne…?
¿qué es eso?
¿es acaso este montón
de orgánica materia que tiembla?)
.
Hermano muerto, voy a platicarte
estaba conservadita para consumirme en el invierno
adentro de un frasco cubierto con encajes
y decorado con yeso
pero
ayer la pedrada hizo que la luz
de pronto la sintiera negra
.
Rodé con los cristales rotos
por los escalones
caracol escalera cuestionándome
¿qué he hecho?
¿cuándo pronuncié mentiras?
¿dónde quedó mi rostro yerto?
.
Como supondrás, nadie respondía
ay, hermano, y qué bueno
.
Abrí los ojos al silencio y escuché la palabra
falsa que hizo nido en mi vientre
y me dije:
.
Que se vaya a la madre el asqueroso anhelo
de dar a luz en huevos
el amor arrastrado con penurias
en esos lodosos caminos
que ya no recuerdo
.
Desde entonces, hermano ya desde cuándo
bien muerto
el espejo se cree que soy otra
las muecas y los ademanes turbios
que a veces ensayo frente a su mirada que mira
quién sabe qué lejanos muertos
nos consuelan a veces
de tanto desolado panorama
y tanto discurso sin acento
.
Bueno, te decía que el gancho
penetró con lujuria entre mis omóplatos
(hueso triangular situado
¿mis huesos, qué es eso?
¿acaso este montón de orgánica
materia
que no tiembla?)
provocó el derrame caliente de mi sangre dulce
pronto entre mis nalgas corrían los chorros espesos
no puedo negar que fue satisfactorio reconocer
en tal empuje
el grito enfurecido de tu miedo
.
Mas ¿de qué te sirve
me pregunto
tener un ángel expuesto en el escaparate del viento
si ya ni siquiera intenta las alas
ni las plumas las recuerda?
.
Cuando mi amante toma en la punta de su dedo gordo
la certeza
de mi angelical prestancia
carcajea su deseo
y mi vientre suelta espumas voladoras
¿qué le queda?
.
Le soplo mi cálido aliento corrompido
a una pluma sucia
que habita debajo de la cama
tiritando
y perdida entre recuerdos de ausentes vuelos
.
Mira, mis terrenales sudores se evaporan
flotan desde que soy ángel
mis gemidos no se escuchan
sino en otra parte
no en este lugar de humo y de niebla
.
¿Y qué más decirte si ni me oyes?
.
Tu olvido ni una sola vez ha parpadeado
desde que te hablo
con esta lengua emplumada
que poquito a poco me asfixia
las ganas
de tenerme
.
La luna se arroja de bruces hacia el pozo oscuro
para protegerse de mi feroz
embestida
desde que soy ángel
la lluvia me perfora las alas
agujera mis intentos de vuelo
no quiere molestar –supongo
sólo quiere juguetear
pero cómo y qué bien jode
esta ausencia reversible
que nos moja
y cuánto.
.
La piel a este poema cada voz que pasa
se le resquebraja más
no puede ya bailar
lo intenta y llena los pasillos de polvo
de alas de ángel
.
si tan sólo pudiera tocar y ser tocado…
.
Su ombligo tiene la forma
de una flor carnívora
retacada de insectos moribundos.
.
Por eso y otros incontables desencuentros
sellaré con clavos blandos
el ataúd de este poema muerto
para que ya no cante
el pobre
que la lengua
le apesta.
,
,

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