viernes, 19 de junio de 2009

Discurso de recompensa

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Accederemos a todas sus demandas
satisfaremos
con larguísimas palabras
sus justísimos deseos.

Haremos con las eses y con las vocales
una gran palabra
que cubra sus solicitudes simples.

(para sentir las piernas apoyadas
para tener los brazos aferrados...)

Les daremos lo que quieren:
los bosques
las perlas encantadas
los sapitos.

Les pondremos a los ojos
esa muerte por la que suspiran
los sepultaremos
plantaremos flores
(y eucaliptos, por supuesto)

Luego están los agradecimientos,
ya lo saben.
.

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